A De Palma se le ha acusado de ser un cineasta carente de ideas propias, debido a su declarada influencia hichkoniana. También se ha dicho que es un director excesivamente violento y superficial. Una gran porción de la crítica internacional observa con desdén sus películas y lo califican como un cineasta mediocre, que oculta su incapacidad en la dirección mediante la pirotecnia y determinados trucos de cámara. Sus filmes más abucheados han sido La Furia, La Hoguera de las Vanidades y Misión a Marte. Incluso, su película Caracortada es considerada, por sus detractores, como una obra fallida y carente de un lenguaje visual, es decir, una tenue sombra del filme homónimo de Howard Hawks. A pesar de la agresividad hacia su filmografía, De Palma es venerado por una gran cantidad de incondicionales seguidores, quienes destacan y defienden el estilo depalmiano. No se puede desconocer el aporte visual del director de Vestida para Matar y Los Intocables, quien es uno de los pocos especialistas contemporáneos en el género de suspenso.

Al igual que Hitchcock, De Palma basa su trabajo en la expectación, en el principio de acción-reacción y en la dualidad propia de la mente del hombre. Sus protagonistas son seres atormentados, los que se sienten prisioneros de sus fobias y de sus culpas. En De Palma todo tiene una justificación estilizada, pero ésta no es más que una manifestación del voyerismo. La sexualidad consigue provocar al espectador y éste, sobre todo en filmes como Doble de Cuerpo, se siente parte de la historia. Es así que el propio espectador observa satisfecho como el sexo y la sangre se complementan con éxito.


Estallido Mortal es una de las obras más sobresalientes de De Palma. Es un thriller político que no tuvo buena acogida a principio de los años ochenta, pero que con el tiempo ha envejecido con clase y se ha consolidado como una pieza audiovisual de culto. También es definida como una carta de amor al cine, en particular al cine de clase B. John Travolta interpreta a un sonidista de películas de terror que descubre, en forma accidental, un complot contra un candidato a la presidencia de EE.UU. Por medio de una grabación y de algunas fotografías, De Palma, quien toma elementos de Blow Up (1966) de Miguelangelo Antonioni, nos muestra una segunda realidad oculta bajo las sombras de la corrupción. Reitera el ejemplo de Antonioni sobre la insinuación y el descubrimiento de una verdad paralela, pera esta vez desde el sonido.

Blow Up de Antonioni fue una obra que tuvo un enorme impacto generacional. Era un filme que desafió al establishment y que analizaba el concepto de lo aparente, lo real y lo imaginario. En Estallido Mortal también se tocan dichos ámbitos, pero De Palma los unifica con su estilo visual y con determinadas connotaciones que se relacionan con el cine, sus posibilidades y la reinvención de la técnica en función de una historia.


En Estallido Mortal prevalece un carácter trágico, donde la victoria del bien sobre el mal es prácticamente algo imposible, casi inexorable. Lo que podría significar la redención del personaje de John Travolta no es tal, sino una ilusión pasajera, como si se tratase de uno de los filmes en los que trabaja como sonidista. Todo queda resumido en el sentimiento de pérdida y en la destrucción de un amor imposible. Lo único que le queda al protagonista es la grabación de un grito silenciado con extrema violencia. Sin duda, Travolta realiza la mejor interpretación de su carrera, la que también significó el inicio de un periodo de filmes desechables hasta que fue redescubierto por Quentin Tarantino en Pulp Fiction, escribiendo de paso una nueva historia para el cine independiente y de autor en Estados Unidos y en Cannes 1994. En los primeros años de los 80´ los espectadores querían seguir viendo al Travolta encantador y bailarín de filmes como Brillantina y Fiebre de Sábado en la Noche. En cambio, y con la ayuda de De Palma, Travolta trabajó en una interpretación lacónica, afectada y muy contemplativa a través de score del compositor italiano Pino Donaggio.

Estallido Mortal representa un cine inteligente y que agrupa todos los intereses de De Palma. Están sus célebres planos secuencias, el uso de la pantalla dividida y de encuadres estilizados, también tomas que se sustentan en la utilización del gran angular, sus travellings y los racontos que hacen de su cine una visión muy particular y distante de sus coetáneos George Lucas, Francis Ford Coppola y Martin Scorsese.


Otro aspecto interesante del filme está en que presente cierta desmitificación del cine hollywodense. Lo anterior, por medio de la referencia al cine B, es decir, aquella industria que proporciona a la imagen el valor de un mero producto audiovisual, el que es masivo y sintético sobre fórmulas prestablecidas. De Palma muestra cierta ruindad en dicho ambiente, el cual también se conecta con la política y el poder. Travolta interpreta a un outsider solitario y observador, quien por medio del sonido se obsesiona ante la posibilidad de descubrir un complot de carácter político. Es en esta cruda realidad en donde una prostituta de buen corazón (Nancy Allen) se transformará en el único atisbo de sinceridad y lealtad.

Estallido Mortal es mucho más que un thriller, ya que muestra la idea de un Estados Unidos desencantado con la política, luego del escándalo de Watergate, y también representa a una sociedad más aislada y poco comunicativa. Se trata de una obra que habla de la paranoia real y que juega con dualidades que están presentes tanto en lo común como en lo extraordinario.

Título: Blow Out (Estallido Mortal) / Director: Brian De Palma / Intérpretes: John Travolta, Nancy Allen, John Lithgow y Dennis Franz / Año: 1981.