Sir Michael Caine anunció su retiró el año 2022, siendo su último filme protagónico The Great Escaper de Oliver Parker. En declaraciones a la prensa, el célebre intérprete inglés señalaba que la salud ya no lo estaba acompañando, en especial sus piernas. Me dolió en el alma el anuncio de su retiro, en especial porque Caine siempre ha sido uno de mis actores favoritos. A lo largo de su carrera trabajó con los mejores, en filmes inolvidables, pero también en otros de dudosa calidad. Sea la película que tuviese por delante, Michael Caine usualmente elevaba la calidad de proyectos que de otra forma no hubiesen tenido ninguna posibilidad. En esta categoría están algunas películas como Tiburón, La Venganza; The Island, Ashanti, The Swarm y On Deadly Ground. En todo caso, de estos filmes igual rescato ciertos momentos y desde la excentricidad y absurdo narrativo, siempre me quedo pegado al ver a Caine, aunque no esté dando lo mejor de sí mismo.

Pero en el nivel más alto de su carrera, ahí sí que tiene una extensa filmografía que nos permite admirar sus dotes interpretativos. A este segmento pertenece Zulu, su prometedor debut en el cine en 1964; The Ipcress File en donde esbozó al agente británico Harry Palmer (la antítesis a James Bond); Alfie que le reportó fama mundial como casanova y oportunista; la taquillera The Italian Job, Get Carter con el icónico gánster Jack Carter; y un largo etcétera que incluye El Hombre que Quería Ser Rey, Vestida para Matar, The Hand y su oscarizado rol de Elliot en Hannah y sus Hermanas de Woody Allen. Después de varios tropiezos vino un segundo comeback en los años 90, en Blood And Wine, Little Voice, su segundo Oscar como Mejor Actor Secundario en The Cider House Rules, Last Orders, The Quiet American, y todo lo que ha hecho bajo la batuta de Christopher Nolan, especialmente en los filmes de Batman junto a Christian Bale.

Luego de esta extensa introducción, me quiero detener en Educando a Rita, filme que pertenece a sus mejores momentos como actor y que se basa en la obra de teatro homónima de Willy Russell. Hace años que tenía la compulsión de rescatar este filme, el cual fue dirigido por Lewis Gilbert, quien ayudó a crear la imagen de Michael Caine en Alfie en los años 60. En Educando a Rita interpreta al Dr. Frank Bryant, profesor alcohólico que ha ido perdiendo el interés por enseñar. Bryant es un cínico, un hombre decepcionado del esnobismo de sus propios alumnos cuando se trata de literatura y poetas. Sin embargo, entre las obras de William Blake, Antón Chéjov y Henrik Ibsen, el decepcionado académico descubre a Rita (Julie Walters), una sencilla peluquera que busca perfeccionarse, salir de los convencionalismos de su vida para encontrar un camino propio. Ambos, alumna y profesor, inician un viaje de autodescubrimiento revelándose una Rita con increíble capacidad y hambre de conocimiento.

Recuerdo haber visto Educando a Rita en Canal 13, en alguna función de trasnoche que finalmente me dejó pegado al televisor. En ese entonces no era tan consciente sobre quién era Michael Caine, si bien quedé fascinado por su interpretación y por la química con Julie Walters. Lewis Gilbert construyó un filme que contiene todos los tópicos de aquellas películas que involucran la pedagogía, a través de la idea del descubrimiento, la reflexión, las moralejas y los aprendizajes. Michael Caine interpreta a un hombre alcohólico con gracia y cierta decadencia docta. En su libro Actuar para el Cine, Caine señalaba que la mayoría de los actores cuando interpretan a un alcohólico lo hacen con todos los gestos, ademanes y excentricidades pertinentes, si bien recalca que los alcohólicos se esfuerzan por no parecer ebrios, y eso es lo que hizo en todo el filme, logrando una actuación que destaca por naturalidad y encanto. No es casual que haya conseguido una nominación al Oscar como Mejor Actor por este filme.

Otro aspecto notable de la película de Gilbert es Rita, con una Julie Walters que transmite mucha naturalidad y una descripción muy gráfica de su respectivo ambiente social junto con sus respectivas frustraciones. Walters también obtuvo una nominación al Oscar como Mejor Actriz. Tanto Bryant como Rita se complementan, son almas solitarias que están por sobre los convencionalismos y por sobre lo que es apropiado o no. Rita siente pasión por diversos autores que le permiten observar el mundo con mayor profundidad y crítica, si bien también termina siendo presa del esnobismo academicista del cual Bryant tanto reniega. Educando a Rita describe a la sociedad británica de la época. Por un lado, los barrios marginales y empobrecidos de una Inglaterra usualmente lúgubre. Y del otro lado están las aulas en donde cientos de jóvenes buscan educarse, para poder sofisticar sus vidas sin saber, en muchas ocasiones, qué es lo que realmente están leyendo o analizando.

Michael Caine realiza uno de sus roles más entrañables y genuinos. Cuando Lewis Gilbert dirigió en Alfie lo posicionó como un ícono cultural y referente sexual. En cambio, en Educando a Rita lo sitúo como un actor maduro, el cual estaba iniciando una nueva etapa interpretativa. Educando a Rita muestra parte de las habilidades de Michael Caine, su manejo de los tiempos interpretativos, además de su capacidad para ser ligeramente cómico en medio de un drama que en ocasiones es muy existencial. Recomiendo rescatar este filme que no ha perdido su gracia y que es muy atingente a quienes buscan una mayor educación, pero que muchas veces no saben lo que verdaderamente hay detrás de un texto o un poema. ¡No todo en la vida es teoría! Aquello es lo que enseña el profesor Bryant de Michael Caine, quien en la sencillez y franqueza de Rita es capaz de observar otro tipo de sabiduría y autenticidad.

Título original: Educating Rita / Director: Lewis Gilbert / Intérpretes: Michael Caine, Julie Walters, Michael Williams, Maureen Lipman y Dearbhla Molloy / Año: 1983.