Las alarmas de una sala de control de una planta nuclear se activan, a la vez que sus operadores observan con estupor como en cuestión de minutos el núcleo de un reactor nuclear podría quedar al descubierto. Aquello implicaría un desastre medioambiental de proporciones insospechadas, acabando de paso con la vida de millones de personas. Los hombres responsables de aquel cuarto tratan de enfriar el reactor. Uno de ellos es Jack Godell (Jack Lemmon), quien en su rostro expresa terror, mientras que un equipo de periodistas (Jane Fonda y Michael Douglas) registra el momento, sin duda, uno que hizo historia en 1979.

La situación descrita corresponde a una de las escenas cruciales de El Síndrome de China, filme dirigido por el cineasta James Bridges y producido por Douglas, luego de ganar todos los premios Oscar por Atrapado Sin Salida en 1975. Estamos ante una de las últimas “cargas” del movimiento del Nuevo Hollywood, ya que el filme abordó diversas temáticas en forma independiente, con crítica social y con mensajes muy concretos para los espectadores de la época. Primero, está el empoderamiento femenino en el rol de Jane Fonda, quien interpreta a la periodista Kimberly Wells. Se trata de una mujer que intenta abrirse paso en el mundo del periodismo a través de reportajes más serios, con ideas relevantes que comunicar a los espectadores. Sumemos a esto el factor de que Fonda en los setenta fue una reconocida activista en torno a diversos temas, siendo uno de ellos la energía nuclear y sus peligros.

Otro elemento esencial del filme fue el haber sido uno de los primeros en abordar los peligros de la energía nuclear en una época anterior al accidente de Chernóbil, el cual se produjo en 1986. También coincidió con el episodio de la planta de Three Mile Island, en donde se produjo la liberación de elementos radiactivos. El Síndrome de China fue una película precursora en esta temática. Después vinieron otros ejemplos como Silkwood (Mike Nichols, 1983), lo que también contribuyó a la concientización sobre la energía nuclear y sus precauciones. El realizador James Bridges dirigió un filme que alarma por su historia, pero que también es interesante por su propuesta visual, una que utilizó entrevistas realizadas en cámaras de televisión. Prima en el filme una sensación de autenticidad que lo hace muy atractivo, característica que es apoyada por el estupendo trabajo de actores entre sus tres protagónicos.

Recuerdo la primera vez que vi esta película. Fue hace más de 18 años y la sensación fue abrumadora, en especial, por la convicción con la que Jack Lemmon interpretó su papel. La desesperación que transmite en la escena de la sala de control, descrita al inicio de este comentario, es una que te deja sin aliento. Se percibe que se está jugando la vida a través de algunas decisiones y también la de millones de personas. Es una escena precisa en la que el plano sonoro, el ruido y los silencios, expresan los pensamientos de todas las personas encerradas en aquella sala. Lemmon dio sus primeros pasos en notables comedias de Billy Wilder (Una Eva y Dos Adanes, El Apartamento), pero fue en el drama en donde realizó sus mejores actuaciones (Missing, Save The Tiger y Días de Vino y Rosas).

James Bridges dirigió poco, apenas ocho filmes. Falleció de cáncer en 1993 a los 57 años. Algunos de sus principales trabajos fueron The Paper Chase, Bright Lights, Big City; y Cowboy de Ciudad y Perfect, ambas con John Travolta. Perfect en 1985 fue un descalabro cinematográfico que fue acabando la carrera de Travolta hasta que revivió en Pulp Fiction. Debo decir que el filme no es tan malo. Al contrario, tiene escenas bastante llamativas al igual que la mencionada Bright Lights, Big City con Michael J. Fox. Sin embargo, Bridges nunca logró volver a brillar como lo hizo con El Síndrome de China, quizá su principal testamento como cineasta. Estamos ante un creador que contribuyó al cine de los años 70 en Estados Unidos con la que fue una pieza clave. Esa escena, en aquella sala de control, es casi imposible de olvidar porque habla de un cine contestario, una forma de hacer grandes películas que se atrevían a tocar temas importantes para nosotros, los espectadores.

Título original: The China Syndrome (El Síndrome de China) / Director: James Bridges / Intérpretes: Jack Lemmon, Jane Fonda, Michael Douglas, Scott Brady, James Hampton, Peter Donat, Wilford Brimley, Richard Herd, James Karen y Daniel Valdez / Año: 1979.