Kevin Costner era uno de los actores más taquilleros a fines de los años 80 y primeros años de los 90. Trabajó en varias películas que fueron bien recibidas tanto por críticos como por espectadores, pero desde 1992 en adelante la adulación que tuvo al principio de su carrera se le fue de las manos. Cuesta comprender el ensañamiento de la crítica contra Costner, más aún al tener presente casos de carreras que se han vuelto infames como ha sido con Nicolas Cage, Bruce Willis o John Travolta, quienes han acumulado muchas más razones para denostar sus malas decisiones al momento de escoger películas y roles. Los tropiezos de Costner fueron varios, entre ellos, El Guardaespaldas, Waterworld, The Postman, Por Amor al Juego y 3000 Miles to Graceland. Todas estas películas fueron nominadas a los premios Razzie, pero también en este grupo hubo algunas injusticias como Wyatt Earp de Lawrence Kasdan. Seamos justos, el ex Elliot Ness tuvo buenos roles, algunos de ellos soberbios y en este listado están Los IntocablesSin Salida, Bull Durham, El Campo de los Sueños, Un Mundo Perfecto, Tin Cup, Trece Días, Mr. Brooks y su increíble trabajo como el fiscal Jim Garrison en JFK de Oliver Stone.

Entre los buenos momentos de Kevin Costner estuvo su debut en la dirección con Danza con Lobos, western que se estrenó en una época en que dicho género no era más que una anécdota en Hollywood, algo muy contrario a su época dorada en las décadas del 40, 50 y 60. Contra todo pronóstico, Costner realizó una epopeya cinematográfica con influencias directas al cine del maestro John Ford y dos años antes de Los Imperdonables de Clint Eastwood, otra oda majestuosa hacia el género que décadas antes popularizó personajes como John Wayne, Henry Fonda o Charles Bronson. En Danza Con Lobos, Costner abordó la colonización del Medio Oeste de Estados Unidos, resaltando líneas dramáticas sobre el contacto entre blancos e indios, la destrucción de las tradiciones indígenas americanas a manos de militares, y también la fuerza de las tradiciones frente a un hombre solitario que no se siente parte de nada (raíces que también estaban antes en Lawrence of Arabia de David Lean).

En Danza con Lobos, Kevin Costner interpreta al teniente John Dunbar. En medio de un campo de batalla este soldado se niega a la idea de perder su pierna y a través de un acto heroico consigue revertir el trágico destino que le ha tocado a muchos otros soldados. Ya con el estatus de héroe decide ver la frontera desde el fuerte más alejado del territorio americano. En este lugar, una especie de retiro espiritual, el teniente Dunbar comienza a ver la vida desde otros puntos de vista, lo que se acentúa a través de sus primeros contactos con indios sioux y de un lobo con piernas blancas. En este nuevo contexto, aprende a despojarse de sus costumbres y pensamientos militares en lo que parece ser una historia con discursos ecologistas, y que además hablan de la tradición, la familia, el sentido de comunidad y el genuino amor por el prójimo.

En Danza con Lobos hay cruentas escenas de guerra, pero lo que más llama la atención es la conversión personal de Dunbar, de cómo empieza a cuestionar las razones del hombre blanco, uno que suele ser ignorante y despiadado ante lo que no conoce, simplemente por miedo o producto de paradigmas totalmente infundados. El valor de la tierra ya no es visto como una propiedad, sino más bien como un espacio armónico en que prevalece el sentido de honor.

Danza Con Lobos recuerda aquellos momentos de introspección de filmes como Más Corazón que Odio (The Searchers) de John Ford, así como otras historias como la de Pocahontas y John Smith. Se podría decir que el filme de Costner, que en su corte del director se extiende por casi cuatro horas, es una de las últimas epopeyas de Hollywood. Es un filme extenso, bien hilado en su historia, y que representa la afición de Costner por aquellos largometrajes largos. En algunas entrevistas, el actor ha señalado que siempre sintió una fascinación especial por filmes como El Gran Escape o Los Siete Magníficos. En Danza con Lobos honra estas influencias, a la vez que estructura un filme que también sobresale por el romance entre Dunbar y Stands With a Fist (en el angelical rostro de Mary McDonnell).

El filme de Kevin Costner tiene otros elementos que también evocan el clasicismo del cine estadounidense. La dirección de fotografía a cargo del australiano Dean Semler (Razorback, Mad Max 2, Apocalypto) con aquellos tonos cálidos y panorámicas que muestran amplitud y libertad frente a la introspección y militarización de los comentarios de Dunbar cuando escribe en su diario de vida. Este motivo argumental no estaría completo sin el score de John Barry, quien también conduce al filme hacia una experiencia abrumadora. Es casi imposible que los espectadores no queden impávidos frente a la belleza de cada una de las composiciones del autor del score de África Mía y Chaplin. Tampoco podemos olvidar la notable interpretación de Graham Greene como Kicking Bird.

Más allá de los reconocimientos y los premios Oscar cosechados, Danza con Lobos es una obra relevante del cine estadounidense del siglo XX, así como uno de los últimos grandes filmes del género western, y que sirvió como base para el remake encubierto de Avatar de James Cameron. En su carrera como director, Kevin Costner ha continuado explorando esta faceta con resultados dispares. En 1997 dirigió la fallida The Postman, película que tiene elementos interesantes, si bien tiene muchas confusiones visuales. Quizá el error fue incluir demasiadas ideas en una obra de corte apocalíptico. Sin embargo, Costner pudo redimirse con la notable Open Range, otro western que incluye una de las mejores escenas finales de balaceras del cine. Es una lástima que el actor que ha revivido su carrera en películas como El Hombre de Acero no haya vuelto a dirigir. Danza Con Lobos es una obra que muestra parte de sus capacidades como realizador. Es un caso muy parecido al de Warren Beatty, quien también ha dirigido poco, teniendo como principal trabajo Reds. Ahora bien, Costner es Costner, quizá uno de los últimos representantes de aquel cine estadounidense del pasado (como Clint Eastwood), uno que proyectaba en pantalla tanto los grandes valores americanos como el desengaño de una sociedad que ha ido perdiendo sus mejores tradiciones.

Título original: Dance With Wolves (Danza con Lobos) / Director: Kevin Costner / Intérpretes: Kevin Costner, Mary McDonnell, Graham Greene, Rodney A. Grant, Floyd “Red Crow” Westerman, Tantoo Cardinal, Robert Pastorelli, Charles Rocket, Jimmy Herman, Wes Studi y Maury Chaykin / Año: 1990.