El nombre de la actriz Jodie Foster es usualmente sinónimo de alto estándar interpretativo. Desde las películas Acusados en 1988 y El Silencio de los Inocentes en 1991 esta menuda actriz se consolidó como una de las artistas más brillantes de su generación, particularmente con el premio Oscar a Mejor Actriz por cada una de estas películas. Además, El Silencio de los Inocentes se consolidó como clásico contemporáneo, una obra citada por la cultura popular hasta el hartazgo, especialmente por el retrato del Dr. Hannibal Lecter gracias a Anthony Hopkins. Pero Foster no quedó contenta con esta meta, sino que además profundizó en una carrera como cineasta con diversos e interesantes resultados, destacando Home for The Holidays (1995) y Mentes que Brillan (1991), obra sobre un niño genio que de alguna manera mostró algunas de las experiencias de la directora en su juventud.

Jodie Foster inició su carrera a fines de la década de los sesenta en papeles televisivos en series como Ironside, Bonanza y La Familia Partridge. Fue Martin Scorsese quien fijó su atención en ella, otorgándole un pequeño papel en Alicia Ya no Vive Aquí junto a Ellen Burstyn. Sin embargo, Hollywood y el resto del mundo verían a Foster con nuevos ojos en 1976 con tres películas que darían cuenta de su precoz capacidad interpretativa. En aquel año su rol más famoso fue el de la prostituta Iris en Taxi Driver, filme que hablaba del desencanto post Vietnam de la sociedad estadounidense y de la violencia urbana, otra vez con Scorsese a la cabeza. La segunda obra destacada fue Bugsy Malone, una original versión gansteril protagonizada por niños y de la mano del reciente fallecido director, Alan Parker. En esta película Foster interpretaba a la hermosa Tallulah en medio de escenas que incluían escenas musicales y comedia.

Me interesa hablarles del tercer largometraje que estrenó en 1976, el filme La Muchacha del Sendero (The Little Girl Who Lives Down the Lane), película a cargo del director Nicolas Gessner y co-protagonizada por Martin Sheen. En su primer protagónico en cine, Jodie Foster interpretaba a Rynn Jacobs, una niña de 13 años que al parecer vive sola en una enorme casa de un pequeño y apartado pueblo, y que es acosada por el personaje de Frank Hallet (Sheen) y su madre Cora Hallet (Alexis Smith).

Por aquel entonces, Jodie Foster tenía la misma edad que el personaje que interpretaba en una historia que mezclaba misterio, suspenso y drama. Es lo que llamaríamos una obra un poco ambigua, ya que toma elementos muy disímiles que se vinculan sin mencionarlo con la temática de la pedofilia. La Muchacha del Sendero, basada en una novela homónima de Laird Koenig, en ocasiones puede parecer un híbrido poco definido y algunas de sus puestas en escena tienen mucho tufillo a producto televisivo. Sin embargo, la película cautiva principalmente por las capacidades interpretativas de Jodie Foster, quien se roba cada escena en la que aparece, haciéndole el peso al propio Sheen. Ambos tienen duelos actorales en lo que parece ser un juego entre el gato y el ratón. Pareciera ser que Foster no se esfuerza en sus escenas, quien transmite carácter, sensibilidad y también algunas características maliciosas.

La Muchacha del Sendero más parece ser un thriller psicológico, si bien se toma su tiempo. Los diálogos son punzantes, en especial ciertas ideas sobre la adolescencia, la vida, el amor paternal y la sexualidad. En entrevistas, Jodie Foster no recuerda con mucho cariño el filme, sobre todo, por las escenas de desnudo que tuvo que rodar. Tuvo que soportar enormes exigencias en una película que seguramente inspiró a Hard Candy de David Slade. A pesar de los malos recuerdos, la historia de La Muchacha del Sendero ha resistido bastante bien los años y continúa asombrando por lo precoz que era Foster en aquella época, una joven actriz que pudo transitar a roles de adulto, si bien tuvo que esforzarse en ello casi una década. En los ochenta actuó para Claude Chabrol enThe Blood of Others y para Tony Richardson en The Hotel New Hampshire junto a ídolos de la época como Rob Lowe. No obstante, recién en 1988 llamó la atención del público y la crítica con la citada Acusados de Jonathan Kaplan.

Poco se supo después del cineasta húngaro Nicolas Gessner, pero su filme La Muchacha del Sendero continúa cautivando a las audiencias hasta el punto de transformarse en una película de culto. Hoy Jodie Foster es una actriz consolidada y muy reputada como artista, por lo que resulta muy interesante observar sus inicios en 1976, año que comenzó a perfilar su genio, talento y carisma. Atención especial en su última escena en La Muchacha del Sendero, sublime momento interpretativo musicalizado con el Concierto para Piano No. 1 de Chopin.

Título original: La Muchacha del Sendero (The Little Girl Who Lives Down the Lane) / Director: Nicolas Gessner / Intérpretes: Jodie Foster, Martin Sheen, Alexis Smith, Scott Jacoby y Mort Shuman / Año: 1976.