¿Somos prisioneros de nuestras posesiones? ¿definimos nuestras vidas en cuanto a lo que tenemos o queremos tener? ¡Probablemente sí! Tampoco hay que avergonzarse de ello, ya que dichas preguntas y posibles respuestas son parte de nuestras flaquezas e inseguridades como seres humanos. Crecemos en torno a conceptos que buscan “medir” y “definir” nuestras vidas en relación al trabajo, bienes materiales, relaciones de pareja y un largo etcétera. Y también esta medición la aplicamos en la forma en que hablamos y en las imágenes que proyectamos hacia los demás. Vivimos inmersos en pérdidas afectivas que producto de nuestra precariedad emocional tratamos de suplir con cosas.

Parte de estas reflexiones -algo clichés, convencionales y también repetitivas- es lo que busca transmitir La Seguridad de los Objetos, filme de la cineasta Rose Troche sobre diversas familias de un suburbio estadounidense. Su película podría ser vista como una propuesta más en tono de denuncia sobre la desmitificación del sueño americano, de un estilo de vida que clasifica el éxito según el grosor y mantención de determinados logros. Sin embargo, en ningún caso estamos ante un filme del montón. La Seguridad de los Objetos es un relato coral sin pretensiones, a la vez que es un trabajo audiovisual menos artístico que The Ice Storm de Ang Lee y menos pomposo que Belleza Americana de Sam Mendes, lo que tiene sus bondades. El valor de La Seguridad de los Objetos se sustenta en su línea interpretativa, buscando demostrar que los sufrimientos, las tristezas y alegrías, son de alguna forma manifestaciones colectivas.

La Seguridad de los Objetos habla de la pérdida, de cuando se extravían los sustentos emocionales a partir de la necesidad de un propósito o bien de la búsqueda de un sentido que explique contextos que escapan a nuestro control. Estamos ante la vorágine de la culpa producto de no saber manifestar cariño, el no saber escuchar, el no tener la capacidad para empatizar y también al no saber cómo gestionar la frustración ante la idea de no poder remediar cosas que simplemente suceden. Un reparto de lujo integrado por Glenn Close, Dermot Mulroney, Moira Kelly, Timothy Olyphant, Mary Kay Place y la siempre notable Patricia Clarkson, nos invitan a adentrarnos en las miserias suburbanas, esas que suceden a puertas cerradas. Son los dolores detrás de días de colegio, de asados y piscina en el jardín, y de estándares de vida en donde lo que realmente mortifica no es la ausencia de ciertos objetos materiales, sino la necesidad de orientación.

El filme de Rose Troche se estrenó en el año 2001, si bien mantiene en esencia ese aire independiente de los años 90 en torno a una generación desencantada y desmotivada. Es un trabajo existencialista más serio y lúgubre en comparación con el trabajo de Todd Solondz en películas como Storytelling, Welcome the Dollhouse y Happiness. Ahora bien, lo interesante es el punto de vista que tiene La Seguridad de los Objetos. Gracias a su directora predomina una visión femenina sobre el sueño americano. Vemos en pantalla a mujeres fuertes y otras totalmente quebradas en autoestima. En el filme hay madres, hijas y parejas que en sus silencios y acciones efímeras del día a día, simplemente viven atormentadas por la soledad. Los hombres no las acompañan, si no más bien resultan ser personajes aún más débiles y extraviados. La mujer en el filme de Troche es perseverancia en el silencio, mientras que el hombre es anulación y parquedad en el sinsentido.

La Seguridad de los Objetos muestra la vacuidad de la vida. Es una versión cruda y sin filtros del día a día, pero en forma paralela muestra que los peores momentos, en cierto punto, se acercan hacia un estado de equilibrio. Es un filme sobre el perdón que enternece y emociona en sus nimiedades. Al final asistimos al equilibrio, a una purga emocional que se puede solucionar con tan solo conversar los problemas o bien escuchando una canción durante una tarde soleada.

Título original: The Safety of Objects (La Seguridad de los Objetos) / Director: Rose Troche / Intérpretes: Glenn Close, Dermot Mulroney, Jessica Campbel, Patricia Clarkson, Joshua Jackson, Moira Kelly, Robert Klein, Timothy Olyphant, Mary Kay Place y Kristen Stewart / Año: 2001.