Los fanáticos de Star Wars seguramente saben quién es Richard Marquand. En el mundo espacial creado por George Lucas fue el encargado de llevar al cine El Regreso del Jedi, luego de la negativa de cineastas como David Lynch. Lo cierto es que El Regreso del Jedi no tiene la pompa y la legión de seguidores del capítulo anterior de la trilogía de Skywalker y Darth Vader. Casi todos veneramos a El Imperio Contrataca bajo la batuta del director Irvin Kershner (Los Ojos de Laura Mars), pero el trabajo de Marquand en la tercera parte de la trilogía fue más que satisfactorio, dotando a la trilogía original de La Guerra de las Galaxias un tono más familiar, con varios ewoks a la cabeza, además de notables secuencias de acción y de efectos especiales (cuando estos eran más reales y auténticos).

Pero el británico Richard Marquand tuvo otros interesantes filmes. Uno de sus primeros trabajos fue la cinta de terror The Legacy, si bien el filme que llamó la atención de la crítica fue Eye of the Needle, filme de espionaje ambientado en plena Segunda Guerra Mundial y con una de las mejores interpretaciones de Donald Sutherland, en el rol de Faber, sin duda uno de sus mejores villanos. Luego del éxito de El Regreso del Jedi, Marquand dirigió el drama romántico Until September, pero esta vez hablaré de Al Filo de la Sospecha, película de 1985 que terminó transformándose en uno de sus mejores trabajos como cineasta.

No recuerdo la cantidad de veces que mis papás y hermano arrendaban Al Filo de la Sospecha cuando era pequeño, en formato VHS. Era una de las películas icónicas de los videoclubes de la época, con un poster más que sugerente en donde el rostro de sus protagonistas eran parte de la forma de un filoso cuchillo. En el filme, Glenn Close interpreta a la abogada Teddy Barnes, quien tiene que defender a Jack Forrester, en el rostro y carisma de Jeff Bridges. A Forrester se le acusa del cruento crimen de su esposa, dueña de una enorme fortuna vinculada a un medio de comunicación. La película se inicia con el horrible crimen, creándose alrededor de Forrester diversas sospechas y posibles móviles. Un ambicioso fiscal de distrito llamado Thomas Krasny (Peter Coyote) hará lo posible para condenar al acaudalado sospechoso, todo en torno a una trama que mezcla intriga, suspenso, las típicas escenas de tribunales, y también un tórrido romance entre los protagonistas.

Al Filo de la Sospecha es un thriller que podría ser el antecedente directo de Bajos Instintos, y aquello no es casualidad, ya que el guion está firmado por Joe Eszterhas, quien en los años 90 firmó varios guiones en torno a policiales, femme fatales e historias de corte bastante erótico con resultados dispares (Sliver, Showgirls, Jade). Ahora bien, Al Filo de la Sospecha tiene su propia personalidad gracias a la estupenda dirección de actores de Marquand. Glenn Close y Jeff Bridges tienen química en pantalla, proporcionando a sus personajes humanidad y, sobre todo, la duda en torno a la culpabilidad o inocencia de Jack Forrester. Marquand coquetea con ciertos movimientos de cámara herederos del mejor cine de Alfred Hitchcock. En el filme hay un especial cuidado por las miradas, para la acción y reacción de cada personaje. Incluso, el director jugó con la apariencia de sus protagonistas hombres, vistiéndolos y haciéndolos parecidos en gestos y en la forma de sus peinados. Este atributo no es menor, ya que hasta el final del filme se juega con las posibilidades. Como espectadores transitamos en el terreno de la duda, de quién es realmente Jack Forrester. También caemos ante su encanto y en sus habilidades como manipulador. Se podría decir que la película también nos manipula en varias de sus escenas, juega activamente con nosotros.

La propuesta de Richard Marquand se ambienta en la ciudad de San Francisco, a la vez que sus imágenes nos recuerdan la moda y también aquel carácter exitista de la idiosincrasia estadounidense de los años ochenta. Incluso, en un segundo revisionado del filme podemos ver algunos de sus subtextos y simbolismos, haciendo de la película un thriller superior a los que se realizaban en aquella época. El tirón de películas sobre abogados fue importante en en la era de Ronald Reagan, teniendo como ejemplo otros títulos como Sospechoso con Dennis Quaid y Cher. En todo caso, Al Filo de la Sospecha es probablemente mi favorita por la forma en que está dirigida y, sobre todo, por las interpretaciones de sus protagonistas, destacando también Peter Coyote y el poco reconocido Robert Loggia, quien fue nominado al Oscar como Mejor Actor Secundario.

Lo cierto es que Richard Marquand no está más entre nosotros. Falleció con apenas 49 años producto de un infarto en 1987, siendo Hearts Of Fire, junto a Bob Dylan, su última obra. Quizá nunca pasará a la historia de los grandes directores, pero creo que es importante recordar su talento, en especial en películas como Al Filo de la Sospecha, uno de aquellos clásicos cinematográficos de los años ochenta y que cuando lo pasan por televisión o por cable, uno siempre se queda pegado. Aquel efecto sucede siempre cuando tenemos una buena historia ante nuestros ojos.

Título original: Jagged Edge / Director: Richard Marquand / Intérpretes: Glenn Close, Jeff Bridges, Peter Coyote, Robert Loggio, Lance Henriksen, William Allen Young, James Karen y Al Ruscio / Año: 1985.