Durante la década de los años 70 era casi imposible encontrar directoras de cine. El Nuevo Hollywood, movimiento de máxima independencia creativa del cine estadounidense que comenzó a fines de los años 60, era terreno casi exclusivo de los hombres. Sin embargo, hubo una mujer que sin duda fue una precursora del cine, cuya visión y autoría apenas estuvo presente en un solo filme, una obra que me sorprendió gratamente por su sensibilidad y compromiso. El filme era Wanda y su protagonista, directora y guionista era Barbara Loden.

Luego de haber destacado en televisión, teatro y cine, en filmes como Esplendor en la Hierba y Wild River, Barbara Loden estaba intranquila. Quería llevar al cine un guion que había escrito durante varios años hasta que consiguió un productor que le facilitó los más de 100 mil dólares necesarios para la realización de su anhelado filme. Incluso, Elia Kazan, su marido en la vida real y quien además la dirigió en las películas citadas, motivó a Loden para que se pusiera detrás de cámara.

Wanda en una película precursora del cine independiente estadounidense, con una fuerte influencia del movimiento cinéma vérité europeo. El filme muestra la vida de una mujer de clase obrera que siempre ha vivido en la sombra y el olvido. No es brillante, no tiene metas claras, de alguna forma abandonó a sus hijos y vive el día a día sin mayor ambición. Destaca su belleza, pero también su profunda soledad. Nunca ha sido tomada en cuenta. Se podría decir que es una mujer desplazada y anónima en medio de la era del consumismo y el individualismo americano. Barbara Loden la interpreta con convicción, tratando de que evitemos juzgarla, sino más bien aceptándola en sus miserias, virtudes y aislamiento.

Ningún hombre realmente ha querido a Wanda, si bien un sujeto abusador, tan dañado psicológicamente como ella misma, la hará sentirse un poco más respetada. Aquel hombre es el señor Dennis (un notable Michael Higgins), quien será su máxima compañía en medio de una sociedad que evita a las personas ajenas al arquetipo del America Way of Life. Wanda es una película que habla de perdedores, de segundas oportunidades, pero también de la necesidad de sentirse querido. Es imposible no compadecerse de Wanda, si bien ella nunca se ve a sí misma como un fracaso, sino más bien como una mujer objeto que trata de sobrevivir el día a día, sin caer en un existencialismo excesivo. La cámara de Loden muestra un mundo crudo, sucio, a veces demasiado ruidoso, en donde la decencia es un bien escaso y el infortunio simplemente el pan de cada día.

Barbara Loden dirigió una de las películas más honestas y crudas del cine de los años 70, una sensación que también tuve con los filmes Joey Mi Vida es mi Vida. Con un equipo de apenas cuatro personas, Loden registra momentos, silencios y las miradas de una mujer que no estaba en el pensamiento de nadie. Sólo un malhechor será la persona que creerá en ella.

¿Cómo llegue a Wanda? A través de un video de The Criterion Collection en Youtube en donde la actriz Kim Cattrall (Sex and the City) habla del filme y de su importancia. Su reflexión me llamó la atención hasta que adquirí una edición del filme en The Criterion Collection, cuyos extras fueron aún más reveladores que la propia película. La edición en blu ray traía un documental titulado I Am Wanda, el cual a través de una hora de duración hablaba de Loden, de su carrera como artista y de su película. El documental muestra los últimos meses de vida de Barbara Loden, quien falleció a los 48 años en septiembre de 1980 producto de un cáncer de mama. En esta notable pieza audiovisual vemos a Loden enseñando interpretación, con su hijo y también algunas entrevistas a su marido Elia Kazan, quien destacaba en todo momento su relevancia como actriz, cuyo método era casi comparable al de figuras como Robert De Niro y Marlon Brando.

Reconozco que me conmovió mucho este documental, en especial cuando Barbara Loden habla sollozando sobre su relación con su mamá. Loden era un mujer muy talentosa y hermosa, cuyos intensos ojos azules comunicaban una profunda sensibilidad. Wanda, sin duda, es su legado cinematográfico. La veo como una precursora en el ámbito de las mujeres directoras de cine, influenciando probablemente a cineastas como Greta Gerwig y Kathryn Bigelow.

A Barbara Loden le gustaba el cine directo, sin demasiada pulcritud visual, y también nunca consideró su película como parte del movimiento de la emancipación femenina de los años 70 en Estados Unidos. Aunque Loden no fuese consciente del impacto de su obra, Wanda fue una película que representó algunas de las ideas del empoderamiento femenino desde el punto de vista creativo, y es una lástima que su directora, con excepción de algunos cortometrajes, no dirigiese otro filme. Sólo nos queda ver Wanda para conocer su sensibilidad y profundo talento, un filme que incluso fue reconocido en el Festival de Cine de Venecia de 1970. Estamos ante un trabajo audiovisual muy personal, el cual merece ser rescatado y reconocido por las nuevas audiencias.

Título Original: Wanda / Directora: Barbara Loden / Intérpretes: Barbara Loden y Michael Higgins / Año: 1970.