Siempre he señalado que nada es coincidencia en el mundo de los cinéfilos. En ocasiones encontramos películas que no hemos visto, que simplemente se nos pasaron y que años o décadas después descubrimos como si se tratase de un tesoro. Esto es justamente lo que me pasó con The General, filme del británico John Boorman que durante años busqué y que finalmente llegó a mis manos revisando una tienda de venta de películas usadas a la que voy durante años en la Calle Valparaíso en Viña del Mar. Exploré estanterías durante casi hora y media hasta que encontré el filme de 1998 de Boorman, director a quien he admirado desde hace varios años gracias a obras como DeliveranceZardoz, Excalibur y La Esperanza y la Gloria. Recuerdo que en 1998 había visto el trailer de The General, si bien esta película nunca llegó a Chile. Se transmitió años después en la televisión por cable, pero nunca pude dar con ella hasta este último fin de semana de 2018.

El filme de John Boorman es la historia, rodada en blanco y negro, del célebre criminal irlandés Martin Cahill conocido como The General e interpretado por Brendan Gleeson. Cahill comenzó su epopeya delictiva desde niño, en la época en que vivía en Hollyfield Buildings. En este venido a menos complejo de edificios se consolidó su carácter y sus intenciones en torno al crimen. Era un hombre hábil y muy intuitivo al que le gustaba planear robos complejos junto con ayudar a la comunidad con la que creció. En el filme se retratan algunas de sus más famosas fechorías, entre ellas, el robo a una joyería por un valor de 2,55 millones de euros. También se muestra su plan para extraer importantes pinturas de una colección privada. Todo esto lo convirtió en un personaje célebre en Irlanda, pero también sus acciones produjeron la molestia del Ejército Republicano Irlandés Provisional (IRA) y se cree éste fue el responsable de su asesinato en 1994.

The General volvió a situar a John Boorman como uno de los grandes directores de las últimas décadas. Las virtudes de esta película son muchas, en especial, su capacidad para retratar micromundos y, en este caso, los códigos propios del hampa. Boorman exploró en Deliverance el reencuentro del hombre con su estado salvaje cuando se enfrenta a un ambiente inhóspito y cruel, en La Esperanza y la Gloria centró su cámara en una familia londinense y sus penurias en plena Segunda Guerra Mundial (filme que se basó en elementos autobiográficos), y en Point Blank retrató la traición contra un criminal y su posterior venganza. En The General están presente algunos de estos elementos, principalmente la forma en que Boorman va desarrollando y revelándonos el mundo en el que se desenvuelve Martin Cahill. Están los códigos del hampa, la vida familiar, y también las dualidades y faltas tanto de ladrones como de policías. Son personajes que siempre transitan a través de una delgada línea moral. Experimentamos empatía ante las motivaciones de Cahill y en ocasiones sus palabras tienen algo de sentido.

John Boorman juega con el montaje, con la acertada utilización del blanco y negro (considerar que después hubo una versión coloreada del filme) y con la fascinación que produce su protagonista. Breendan Gleeson es un tremendo actor, quien con pocos recursos siempre abarca la totalidad de la pantalla (es cosa de recordar su rol en Calvario). A veces su personaje se comporta como un niño, con un punto de vista casi infantil en relación al mundo que ha construido. También puede producir miedo y extrañeza, y en algunas escenas se convierte en un entrañable padre de familia. Su interpretación está repleta de matices y es casi imposible pensar que su rol no haya servido de inspiración para el productor David Chase cuando decidió crear Los Sopranos.

The General es un relato alucinante, el auge y caída de un ladrón cuyas motivaciones no siempre fue el dinero, sino más bien el deleite que implicaba poder engañar a la autoridad de una Irlanda oprimida por la guerra en el norte. John Boorman dirigió una de las mejores historias sobre la criminalidad a fines de los años 60 con la citada Point Blank, y aquella temática la complejizó aún más con The General en 1998. Dicho resultado le otorgó el premio a mejor director en el Festival de Cannes de aquel año.

Me gusta pensar que fue más que suerte encontrar una edición en DVD original de The General. Disfruté como nunca este logrado trabajo de John Boorman, así como las interpretaciones de todo su elenco, en particular la de Brendan Gleeson y la de John Voight, quien protagonizó Deliverance en 1972. The General es una de las mejores películas de los años 90 no sólo por haber humanizado la vida de un criminal, sino por atreverse a obviar los clichés típicos de este tipo de relatos. Sin duda, una película muy recomendable y que llegó a mis manos para poder compartirlas con ustedes, mis queridos lectores.

Título original: The General (El General) / Director: John Boorman / Intérpretes: Brendan Gleeson, John Voight, Adrian Dunbar, Sean McGinley, María Doyle Kennedy y Angeline Ball / Año: 1998.